La cocina de Google

En los años 90, cuando abríamos internet, había una serie de buscadores entre los que podíamos elegir a la hora de buscar información (Altavista, Yahoo, Lycos...). Estos buscadores se basaban sobre todo, en la aparición de la palabra buscada en las páginas. Pero, desde que los estudiantes de postgrado de Standford Larry Page y Sergey Brin lanzaran su motor de búsqueda Google hasta hoy en día, los demás buscadores han ido desapareciendo y Google se ha convertido en el rey de Internet (además de ser hoy en día una empresa multimillonaria que ofrece más productos y servicios tecnológicos). ¿Qué fue lo que llevó a al buscador Google a desbancar a sus competidores? el algoritmo Google. Para entender cual fue la base de este algoritmo, vamos a entrar en la cocina de Google y ver cuál fue su punto de partida. No voy a dar una explicación técnica matemática del algoritmo, eso ya lo han hecho otros y muy bien (por ejemplo, Cuentos Cuánticos. Voy a intentar explicarlo en términos más sencillos.

Pensemos que las páginas de internet son cocineras. Supongamos que pedimos a nuestra amiga, la investigadora Guguel, que nos dé una lista de cocineras. Lo primero que hace Guguel es mirar en su agenda mundial y encuentra un montón de cocineras. Como Guguel (que es nuestra amiga y nos conoce) supone que nos interesarán cocineras cercanas, selecciona a cuatro excelentes chefs:

Eva Argiñano

Elena Arzak

Carme Ruscalleda

Eider Gutierrez

Las tres primeras son famosas y no necesitan presentación, pero la cuarta no es tan conocida, de hecho soy yo misma. Guguel es muy azarosa, así que no se conforma con darnos las lista, sino que quiere ordenar la lista empezando con la mejor chef. Pues bien, para encontrar a la mejor cocinera, ¿qué mejor que preguntar a las mismas cocineras quién creen que es la mejor?

Guguel les pregunta y les pone un par de condiciones: las cocineras pueden votar tantas veces como quieran o no votar, pero lo único que no pueden es votarse a sí mismas. Por ejemplo, Eva cree que Elena y Carme son las mejores, así que les da un voto a cada una. Eider, en cambio, no recibe ningún voto de nadie, pero da un a Eva y otro a Elena. En el cuadro se recogen las respuestas que obtiene la investigadora:



Votos recibidos


Eva

Elena

Carme

Eider

Eva


1

1


Elena

1


1


Carme

1




Eider

1

1



Total

3

2

2

0


Si sumamos los votos, nos sale que Eva Argiñano tiene tres votos, Elena Arzak y Carme Ruscadella tienen dos votos cada una 2 y Eider 0. De aquí concluimos que la mejor cocinera es Argiñano, y Arzak y Ruscadella quedarían en segundo puesto. ¿y esto es todo? Pues no... no hemos hecho más que empezar a pelar las patatas para cocinar. Todavía falta muuucha elavoración. Porque, ¿vale lo mismo el voto de Eider, que no sabe mucho de cocina, que el de Eva Argiñano? pues no, no vale lo mismo. Argiñano es una cocinera profesional que además es reconocida como experta por sus compañeras. En cambio Eider, aunque sabe muy bien si un plato le gusta o no, no tiene muchos argumentos para calificar a determinada cocinera como buena o mala. De alguna manera tenemos que hacer que el voto de Eva tenga más peso en el resultado. 
Pues Guguel en su cocina cuenta, pesa, calcula y recalcula todos esos votos en primera, segunda, tercera... hasta X vueltas y consigue hacer una lista de cocineras de mejor a peor.
Esta tarea que ha hecho nuestra investigadora Guguel es la base de lo que empezó a hacer Google con su primer algoritmo. Buscar páginas web (cocineras), indexarlas (apuntar en su agenda), calcular su relevancia contando los enlaces que nos lleva a dicha página (votos), ponderarlos (tomar en cuenta la calidad del voto) y mostrarlos ordenadamente.
Desde sus comienzos el algoritmo de Google ha cambiado y sigue evolucionando, de manera que se van tomando en cuenta más factores a la hora de presentar los resultados ordenados (la lista de cocineras de mejor a peor). Por ejemplo, también toma en cuenta la localización tanto de quien busca como de quien es buscado (como Guguel, que nos ha buscado cocineras relativamente cercanas), la accesibilidad de la página (tengamos en cuenta que no sería muy útil saber que Eider es la mejor cocinera si esta no tiene un restaurante al que podamos ir a probar sus platos) y una larga serie de factores que son los que contribuyen a que Google calcule el orden de los resultados de la búsqueda. Por último, no hay que olvidar que Google sabe mucho sobre nosotros. Como nuestra amiga Guguel, nos conoce, y sabe si somos vegetarianos, tenemos alergias a alimentos, si nos gustan los ambientes refinados o preferimos algo más de andar por casa... Y todo ello lo toma en cuenta a la hora de presentar los resultados de nuestras búsquedas.

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